La cercanía de las elecciones municipales, pautadas para el 8 de diciembre, llevó a Nicolás Maduro a lanzar nuevos programas sociales y un viceministerio muy curioso en una Venezuela azotada por la mayor crisis económica de la última década.
"Decidí crear el despacho del viceministerio para la Suprema Felicidad Social y lo llamé así en honor a nuestro comandante Hugo Chávez y a Bolívar", anunció ayer el presidente desde el Palacio de Miraflores.
Maduro dijo que al frente estará Rafael Ríos, antiguo diputado, encargado de coordinar varias de las famosas misiones creadas durante el mandato del "comandante perpetuo". Todo ello con un objetivo: "La suprema felicidad social". La apuesta de Maduro llegó pocas horas después de que decretase la fecha de la jornada electoral como el "Día de la Lealtad y Amor a Hugo Chávez".
"Estas misiones tenemos que llevarlas al cielo, ése es nuestro agradecimiento a Chávez", insistió el mandatario, empeñado en destacar que se trata de "un avance social en el marco del capitalismo".
"Atenderán a los compatriotas con discapacidad, a los que están en la calle, a nuestros viejitos, a nuestros niños y niñas, atender lo más sublime, lo más sensible, lo más delicado, lo más amado por un ser que se dice revolucionario", enfatizó Maduro.
La decisión presidencial airea algo ya conocido: las misiones sociales, que funcionaron en sus primeros momentos, decayeron con el paso del tiempo por culpa de la corrupción y la burocracia. No es casual que la actual reestructuración se produzca antes de las municipales, una estrategia que Chávez utilizaba casi siempre antes de cualquier batalla electoral.
El propio presidente reconoció las carencias de estas misiones al destacar: "Hay que mejorarlas, aplicarles las tres erres (revisión, rectificación y reimpulso), para que llegue sobre todo a los niños, a los más jovencitos, que uno se los consigue en la calle todos los días". La problemática de los chicos en la calle fue una de las banderas que Chávez agitó durante sus más de 14 años en el gobierno, incluso llegó a afirmar de la forma más vehemente: "No permitiré que haya un solo niño en la calle, y si es así, dejaré de llamarme Hugo Chávez".
"Un Estado socialista, cristiano, humanista como el que estamos construyendo tiene que dar un salto de calidad en la atención de nuestros viejitos", remató el presidente.
Maduro también proclamó la creación de una nueva misión, Pueblo Soberano, "para atender al pueblo", saldar deudas sociales y luchar contra la exclusión. Al frente, otro militar, el mayor Antonio Pérez Suárez.
De esta forma, los uniformados, cercanos en su mayoría a Chávez, continúan adueñándose de las nuevas instancias más importantes del Estado. Primero fue el general Hebert García Plaza, presidente del Órgano Superior para la Defensa de la Economía, y después el Centro Estratégico Superior de Protección de la Patria, organismo con poder para censurar y decretar enemigos, dirigido por el general Gustavo González.
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