Excepto Dale Irbi, que obvió el día, no le dio importancia. Al año siguiente repitió vestuario incluso.
Irby se avergonzó tanto por su despiste que estuvo meditando pedir a la dirección del colegio en el que trabajaba, Richardson (Texas, EE UU), que le dejase repetir la instantánea, pero su esposa Cathy tuvo una idea mejor: convertir en tradición aquel embarazoso descuido, según ha explicado a The Dallas Morning News.
Desde entonces, cada año Irby ha usado las mismas gafas, la misma camisa clara a cuadros y el mismo chaleco color café para hacerse esta tradicional fotografía.
Durante 40 años el profesor no ha cambiado de modelito, que también llevó el día de su jubilación a los 63 años tras una vida entera dedicada a la docencia.
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