Se trata de Pável Sapozhnikov, quien a sus 24 años forma parte de un estudio impulsado por Alexéi Ovcharenko, en el que se busca conocer por cuánto tiempo y cómo pueden utilizarse las herramientas antiguas, así como analizar la capacidad de adaptación a una vida sin modernidades.
En un sitio ubicado a 28 kilómetros de Moscú y con temperaturas que pueden superar los 20 grados bajo cero, Pável tiene que adaptarse a vivir sin utensilios o herramientas sofisticadas, sin teléfono, televisión de paga o internet y teniendo a su disposición un hacha para realizar labores y pudiendo comer sólo los alimentos a su alcance.
Una vez pasados los seis meses, el 22 de marzo del próximo año, se evaluarán las condiciones y dará inicio la parte recopilatoria de experiencias para traducirlas en conocimiento.
Por lo pronto, Pável estará medio año como el viajero del tiempo que vino a parar en la Edad Media y debe adaptarse a ella no sólo para sacar adelante el experimento, sino también para sobrevivir.
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