Como buena fashionista, y una de las mujeres más lindas de la gran pantalla, Nicole Kidman se dejó ver en la primera fila de los desfiles más importantes de la Semana de la Moda de Nueva York. Ese día había ido a ver la pasada de Calvin Klein, divina, con un vestino color crudo bien ajustado. De regreso a su hotel, el lujoso Carlyle, un inesperado accidente: la atropelló un fotógrafo que iba en bicicleta y perdió el control de su rodado sin tiempo de esquivar a la actriz. El papparazzi quería una foto de ella, claro. Se llevó algo más que eso: ahora es noticia en todo el mundo por lastimar a una megaestrella hollywoodense.
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